Obelisco - Cultura Alternativa del Fútbol - Deportivo Cali

jueves, agosto 30, 2007

Arranca la avalancha (previa)

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Es una lástima que la era Labruna no haya tenido el éxito esperado. Desafortunadamente las cosas no salieron bien para el gaucho y tuvo que salir por la puerta de atrás del único equipo profesional en el Valle del Cauca. Mucha suerte para él en sus próximos proyectos.

Una de las cosas que dejó el argentino fue una paternidad indiscutida contra el vecino de patio. Inclusive amplió la brecha de rivalidad que existía entre los dos. Ya ido, no le tocará ver el renacer del grande vallecaucano este sábado.

Sin un cuerpo técnico establecido y con Ricardo Martínez y Abel Dagraca como encargados del grupo, el Glorioso equipo de Cali enfrentará en el exclásico al podrido trapo corporativo. Con la capacidad y sentido común de los técnicos interinos como arma principal, se ordenará el verdiblanco en el exclásico 259. No se pudo concretar un técnico definitivo esta semana, y la prensa amarillista y mal informada inclusive trató de ensuciar el buen nombre y reputación del único equipo con un título moral en el FPC (¡Gracias Don Álex!). El chivo expiatorio resultó siendo Néstor Otero que se quedó sin el pan y sin el queso, o peor, porque parece que va para el Millonarios. Una vez acabado el novelón mexicano del periodismo corporativo, el astuto empresario y presidente del Club Deportivo Cali, Rodrigo Otoya, y sus compañeros tendrán el tiempo adecuado para decidir el mejor futuro para el Verdiblanco.

"Escoba nueva barre bien" decía sabiamente uno de los socios del blog, y no podía tener mayor razón. El Cali, aunque no lo haya demostrado todavía, es un equipo poderoso, con una nómina de lujo y bien conformada. Si Ricardo Martínez y Abel Dagraca hacen la fácil, este equipo prende motores y entra en piloto automático. No se puede negar que la escuadra azucarera venía frenada por algún motivo, y que una vez arranque será imparable. Lastimosamente para el trapo sucio, serán ellos los encargados de presenciar en primera fila la avalancha una vez se prenda el switch de la amenaza verde.

El cochino dulceabrigo viene en racha y por eso se está creyendo mentiras. En el momento se encuentra entre los ocho primeros, (7mo. lugar) con 10 puntos, producto de victorias frente a Medellín, Santa Fe y Real Cartagena y un empate de visitante contra el Huila. Este equipo, sin embargo, debe guardarle el respeto y temor a su señor padre, el Superdépor.

Bill ClintonEl conjunto diabólico viene muy emocionado porque por primera vez en muchos años está por encima del Cali en la clasificación general, y espera aprovechar el flojo momento del Azucarero para descontarle la amplia ventaja que le lleva en enfrentamientos directos. Serán tan descarados que le subieron a las boletas, pero se llevarán una sorpresa porque es de conocimiento general que la mayoría de fanáticos azucareros
(incluido el administrador de este blog) en Cali no sacan un peso de su bolsillo para financiar al equipo de Bill . El estadio tendrá una sola mancha verde, la del Frente Radical Verdiblanco. Los demás, disfrutarán del partido por RCN.

Lo que se verá por televisión este sábado será un equipo con un trabajo importante versus un conjunto que quiere salir del bache y que encontró al preciso para montársela. La Narco-Para-Corporación tiene un fútbol rápido, ampliando el terreno de juego por las bandas. Así son los equipos de Umaña. En el arco el ex-azucarero Rafael Dudamel, que no pasa por su mejor momento, de hecho, ya está muy cerca del retiro. La zaga posterior ha logrado estabilidad con trabajo táctico a pesar de algunas deficiencias en sus integrantes. Por derecha Iván Vélez, un lateral rápido y con manejo del balón. En el centro, Emmanuel Acosta defensa de madera que acompaña a Andrés Felipe González. Por el otro costado Pablo Armero, con buena salida pero pobre retorno. Este cuatro posterior tiene una seria debilidad, el balón parado, y Dudamel no ayuda. Milton, atento al cabezazo y al posterior beso al escudo frente al Borojó Rosa.

En el medio, Umaña generalmente alínea un 4 con volantes con salida por las bandas. El más peligroso es el venezolano Jorge Rojas. En el centro Centurión es de ida y vuelta, lo acompaña Jhon Valencia, destacado en la jornada anterior por sus tiros libres. Por el otro costado puede estar el juvenil Córdoba, que seguro le cederá el espacio en los primeros minutos al "Sangreyuca" Otálvaro. Por un costado, puede ir Adrián Ramos, o un poco más adelantado acompañando al "Tiburón" Mina Polo. El exazucarero ha ganado mucho con los años. Su experiencia ahora le da para entender mejor las instancias del partido y jugar inclusive como volante retrasado, habilitando a sus compañeros para gol. Seguramente hará parte de la titular después de dos partidos de suspensión.

Los afectados del trapo rosado son Banguero por lesión en rodilla y el nuevo refuerzo panameño Tejada, con una dolencia muscular. El resto del plantel está listo para afrontar el exclásico.

Avalancha VerdePor el lado del Superdépor se inicia un nuevo proceso. Martínez y Dagraca le quitarán el freno de mano a los jugadores, que se sentían detenidos con el esquema de tres, y formarán un combo ganador. La voluntad del plantel es indiscutida. La hinchada espera el retorno del 4 posterior que le ha dado todo al Cali. Los mejores en el momento son Palacio, Arrechea, Briceño y Domínguez. Los dos nuevos timoneles no pueden ser tímidos a la hora de ensayar; con el conocimiento que tienen del plantel, pueden alinear una zaga ofensiva con jugadores como Benítez y Caicedo (lo mejor hubiera sido Herrera, pero se lesionó, o Bernal pero ya se sabe qué pasó) en la ida y vuelta, dejando a Vásquez como cabeza de área cubriendo el ancho de la cancha cuando se necesite. Es importantísimo para el Cali taponar la salida por los costados de la Corporación y sería una variante interesante ver por fin a Benítez con el compromiso en el medio campo.

Frangipane debe estar libre para desarrollar todo su fútbol, con la compañía de gente con características ofensivas como Caicedo y Benítez. Cornejo podría ser una solución para el actual momento del Verdiblanco. Montero viene de un viaje largo y no ha tenido tiempo de descansar. Podría hacerlo esta fecha, para darle la oportunidad al argentino, dejando al "Héroe de El Campín" como punta. Además Cornejo podría suplir la pobre vocación de marca de Frangipane y cortar el circuito corporativo por la izquierda.

Esto es solo un imaginario porque Martínez, pondrá un 4-2-2-2 con Viveros y Vásquez en la contención, Cornejo y Zéus en la creación y adelante los dos goleadores, Montero y Miltinho.

Los defensas no pueden cometer faltas cerca del área porque Valencia viene finito y puede embocar ocasionando desilusión en las huestes caleñas. Córdoba debe estar muy atento y no dejar rebotes. Palacio será pieza clave porque por su banda Rojas buscará cualquier espacio para hacer fiesta. Viveros será el encargado de salvaguardar y hacer los relevos correspondientes para que Palacio no se sienta tan solo.

Arriba que se entretengan con el balón los 4 talentos verdiblancos.

Según informes desde Cali, los bomberos de San Bosco están en alerta amarilla. Al parecer desde Cascajal llamaron a avisarles que es posible que la Corpo le saque un empate al Cali y que si eso se da, el técnico Umaña, Puente y los dueños del circo, utilizarán los servicios de transporte que aquellos ofrecen. Mientras tanto, en un acto de inteligencia y visión, la Ciudad ya tiene listo un nuevo lote de aguardiente Blanco para que los corporativos lloren la pena que pasarán frente al glorioso verdiblanco.

Este es el renacer del Cali.

Probables formaciones

Equipo inexistente de la B: Dudamel; Vélez, Acosta, Martínez y Armero; Ramos, Valencia, Centurión, Rojas; Otálvaro; Mina Polo.

Papá: Córdoba; Palacio, Arrechea, Briceño y Domínguez; Viveros y Vásquez; Frangipane y Cornejo; Montero y Milton.

Temas

1. Claves para la victoria
2. ¿Montero necesita un descanso?
3. ¿Se renueva la esperanza en la hinchada azucarera?

Obelisco

Imágenes cortesía de republicanspectacular.com, deporcali.com y wikipedia.org.

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martes, agosto 28, 2007

Máquina sofisticada

Con las mejores piezas para armar el reloj ideal…

La Asociación Deportivo Cali es el único club de fútbol que existe en nuestro país, cosa que de entrada es un orgullo para sus hinchas. Sus instalaciones deportivas están dentro de las mejores del rentado nacional y se enorgullece de tener una productiva fábrica de jugadores de fútbol de altísimo nivel.

Los dineros que circulan dentro de la institución son, por tradición, producto del trabajo honesto de sus directivos, por esto, con la frente en alto, han salido al mercado a negociar jugadores y directores técnicos.

Gracias a la historia y al manejo que se le ha dado a nuestro club, el Cali ha formado y contratado jugadores de primerísimo nivel (las piezas), dignos de admiración por otras instituciones que deseosas de suerte similar, ven con celo nuestras nóminas y afrontan con grandeza sus encuentros con nuestro equipo.

Pero las piezas no funcionan solas, aunque son las mejores necesitan un relojero que ponga a cada una en su lugar para que la maquinaria funcione correctamente.

Un buen relojero…

Nuestra actual Junta Directiva se estrena con la premisa de conseguir un técnico que se identifique con el estilo lírico de juego de fútbol que por tradición ha acompañado al Deportivo Cali. Aquel juego que enamoró la retina de los exigentes críticos y seguidores del buen fútbol, que fueron engrosando las filas de hinchas del equipo amado.

Con esta premisa se contrata al profesor Omar Raúl Labruna, que dio pinceladas de fútbol ofensivo y renovó las maltratadas ilusiones de muchos hinchas que vimos en él, el regreso del buen fútbol y el relojero que se necesitaba para poner en orden las piezas que terminarían por ser ese relojito bien armado y con su maquinaria bien engranada.

El equipo empezó dando tumbos y cerró el debut del Profesor Labruna con un rotundo fracaso. Era la primera vez desde la implantación del mediocre nuevo sistema de clasificación a la final, que no se clasifica a los cuadrangulares, dejando a los hinchas del buen fútbol entreteniéndose con las ligas europeas y argentinas.

El reloj funciona a veces bien, pero es difícil saber si la hora que da es la exacta,
como que a veces se retrasa…

Empezamos con renovadas esperanzas el torneo Mustang I – 2007, con piezas de élite para terminar de armar nuestro relojito y nos encontramos con una disyuntiva. El Cali gana pero no convence. Desconfiábamos de la hora que daba el reloj, pero cuando lo corroborábamos nos damos cuenta que daba la hora exacta (léase resultados en la tabla de posiciones), sin embargo, no nos dimos cuenta que se nos retrasó el reloj y se nos hizo tarde para cambiar las piezas que empezaron a fundirse por el mal uso, aquellas que empezaron a deteriorarse por el pleno ejercicio de sus funciones, pero que nuestro relojero pensó que aguantaría más trajín, talvez justificando la calidad de los materiales con que estaban construidos y pensando también en que las que había para cambio no darían la talla para el engranaje de nuestra preciada máquina.

Terminamos la Mustang I con un nuevo fracaso, con un amargo sabor, pero con las maltratadas esperanzas a la espera de que nuestro respaldado relojero encontrara la fórmula para ensamblar aquello que resultó de difícil comprensión.

No era un reloj de arena…

reloj de arenaEl Cali no es un reloj de arena, y necesitamos un técnico que esté a la altura de esta prodigiosa maquinaria. Pero el relojero no encontró los planos ideales, y en muchas ocasiones dispuso mal las piezas de esta maravillosa máquina, ocasionando un mal funcionamiento y el posible desgaste de sus engranes y componentes, ocasionando averías muy difíciles de reparar y poniendo en riesgo la supervivencia del artilugio. Sin embargo, sin ser consiente de su error, apostó por su fórmula mostrando cada vez mas fisuras en una maquinaria que de buena fe pusieron en sus manos, porque se creyó que era el relojero adecuado para tan honrosa tarea.

Partiendo de la buena fe, debemos considerar al relojero como un trabajador honesto pero limitado, sin la suficiente sabiduría y conocimientos para la labor que se le encomendó. Simplemente no pudo. Pero por encima de él, está nuestra preciada máquina con todas sus valiosas piezas, a la que debemos cuidar y proteger, porque la queremos ver trabajando como lo que es: La pieza más preciada de todo el FPC.

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Les quiero enviar un saludo muy respetuoso a todos los integrantes del blog, pero en especial a aquellos valiosos escuderos que se convirtieron en el estandarte de la defensa del equipo y su técnico o del técnico y su equipo (en realidad no sé). Mi invitación va dirigida a que pensemos que el apoyo irrestricto se puede convertir en alcahuetería y justificación al fracaso.

En este espacio está calcado el amor de padre por hijo y el amor de abuelo por nieto. El primero rígido y exigente, el otro sobre protector y consentidor. Sin embargo ambos convencidos de que el amor que cada uno profesa es el adecuado y necesario para sacar adelante a su ser querido.

Todos acá queremos lo mismo para el Deportivo Cali. Verlo convertido en el equipo más grande y ganador del país, de respeto a nivel latinoamericano y que infunda miedo en el rentado local. Pero tenemos ideas diferentes de cómo alcanzar esa meta, entonces creemos en que hay que seguir caminos diferentes, pero con la convicción de que nos van a conducir a donde queremos.

El camino que cada uno crea conveniente no es menos respetable que el del otro. Pero recordemos que hay quienes en su buen criterio eligen el que consideran el más adecuado.

Temas

1. ¿Cuál es el perfil de técnico que puede poner las piezas en orden?
2. ¿Cuál es el límite entre apoyo total y alcahuetería?
3. ¿El Cali en la actualidad infunde miedo en sus rivales?

Jornando

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domingo, agosto 26, 2007

33%

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La tarde noche de ayer los fanáticos verdiblancos fueron al estadio Pascual Guerrero con la esperanza intacta. Esa hinchada que tuvo el aguante de más de 20 años y que creció y formó la institución más honesta y organizada en su momento más difícil. Sin ninguna garantía, y a pesar de la incesante lluvia caleña, se presentaron unos 18.000 espectadores para observar el renacer del Verdiblanco ante el campeón colombiano. El resultado no pudo ser más desalentador.

Atlético Nacional irrespetó al Deportivo Cali. Nunca antes se había visto que un equipo pisara la empapada cancha del Pascual con tanta displicencia. El Verdolaga, jugando a un cuarto de máquina, con nueve elementos en la cancha la gran mayoría del encuentro y por momentos mostrando un fútbol horrible, se llevó un punto del sanfernandino sin mayor esfuerzo y pudo llevarse más si hubiera querido.

El Cali por su parte lo tuvo todo para ganar, pero no estuvo a la altura de una historia que dice que Nacional tiene pocas posibilidades de sacar puntos en el Pascual Guerrero.

Labruna nuevamente sale con su formación preferida 3-4-1-2. Esta vez con mayores precauciones. Benítez y Palacio se cuidan en la salida para darle mayor solidez a la línea de 3. Quintabani ya sabe desde hace rato que Benítez es uno de los puntos débiles del Cali en defensa. Antes había sido Jairo Patiño el verdugo del "Chiguiro", presionándolo y obligándolo a cometer errores infantiles. "El Viejo" ya no está, pero sí Martel, que cumplió esa función con éxito. Los primeros cinco minutos fueron del Verdiblanco, que salió a buscar el marcador. Después, se pierde el balón y Nacional empieza a tocar, pero sin tener profundidad. En el minuto 15, después de una jugada de tiro de esquina producto de un rechazo a un metrallazo de Paolo Frangipane, Milton Rodríguez hace la de él, se rebusca en el área y marca de cabeza. El Cali inicia con buen comportamiento: Viveros estaba enchufado, Valdés quitaba bien, se estaba presionando en media cancha y el Nacional no podía llegar con claridad. Una jugada de pase fenomenal de Miltinho a Montero pudo ser el 2 a 0, pero Barahona achica bien y no se logra concretar. Al minuto 25, Piedrahita comete una falta descalificadora sobre Benítez que implica su expulsión directa. Mendoza y "el mejor del mundo sin balón" también rasparon irresponsablemente, pero sólo se llevaron la amarilla. El Cali quedaba entonces con un hombre más. Quintabani recompuso la figura, retrasando un poco a Martel, lo que le dió vía libre a Benítez para salir por su banda. Labruna no aprovechó esta coyuntura para hacer un poco más por el partido y Nacional, que no juega con 9 cojos, tomó el balón, empezó a pasar, encontró a Ramírez que realiza un pase cruzado a Galván, que le gana la posición a Benítez (preocupado por Martel), se saca a Córdoba y define con la tranquilidad del goleador de raza. Increíble. En ese momento, el Cali vuelve a ser el de Labruna. La desesperación ataca por doquier y no se logra una estabilidad en el terreno de juego.

En el segundo tiempo, Nacional se anima un poquito y con 9 hombres mete al Cali en su propia cancha. El desorden era rampante en todas las líneas. Por fin el gaucho decide meterle la ficha al asunto y cambia el módulo de 3 por 4 en el fondo, sustituyendo a Arrechea (el mejor de la defensa hasta el momento) por Escobar. El cambio se demoró exactamente 35 minutos (desde la expulsión de Piedrahita), y no le sirvió de nada, porque a los dos minutos, Valdés comete una falta que le da para una expulsión injusta. Justo antes, Quintabani decide darse gusto y sustituye al ídolo de barro de los paisas por uno que sume, Elkín Murillo. Ahora con 10, sin filtro en la media cancha y con la necesidad del resultado, el Cali se convierte en un ente futbolístico sin forma y sin fondo. O mejor sí, ese ente era una rosca, todos jugando por fuera y con un hueco en la mitad (Aredes, Copyright 2007). Carlos Antonio Vélez lo señaló claramente, los dos laterales salían al mismo tiempo y dejaban a Briceño y Olave mano a mano. Quintabani que, aunque no es un virtuoso, no es bobo, mete a Leon Darío Muñoz para explotar los espacios libres con velocidad. Después, Labruna saca del campo al jugador que puede resolver por su experiencia y calidad goleadora, Milton Rodríguez. Ingresa Cornejo, que mostró cosas muy importantes, entre otras, liderazgo, rapidez, dominio del balón y media distancia. Frangipane para esta instancia ya no aparecía. Caicedo también entró a la cancha por el sacrificado Viveros, sin una explicación táctica que lo avalara. Nacional siguió caminando la cancha y sacó un empate fácil, sin despeinarse, irrespetando a toda una hinchada e institución que tenía unos guerreros sin armas para defenderse.

Uno a uno

Córdoba: Salvó varias, estuvo más seguro. El único error, un rebote largo en un tiro complicado. Se le sigue notando el descontento. (3)

Arrechea: El más rápido e inteligente de la zaga. Supo sortear la mayoría de acciones ofensivas del Nacional. Salió para recomponer la figura. (4)

Briceño: No está en su mejor nivel, tuvo una oportunidad de gol y no la concretó. En defensa cumplió, pero se vio confundido ante el toque rápido del Nacional. (3)

Olave: Está en uno de sus peores momentos futbolísticos, volvió a marcar con falta, sin sentido de la anticipación. (2)

Palacio: Intentó desordenadamente por su banda, le falta mayor juego asociativo. (3)

Valdés: Bien hasta que lo expulsaron, está retomando la confianza para rematar de media distancia. Se vió menos aparatoso. La expulsión fue injusta. (2)

Viveros: Bien en los primeros minutos, después se fue diluyendo, y tocó fondo cuando quedó como único volante de marca. (2)

Benítez: Otro de sus famosos partidos. Culpable en el gol de Nacional, no pudo descifrar el doblaje que le hacían con Martel que hizo lo que quizo por esa banda, con balón y sin él. Aunque metió algunos pases al área contraria, no está en un buen nivel. (2)

Frangipane: Al inicio, parecía un tercer delantero por derecha, alternándose con Montero. Hizo lo que pudo, pero no le alcanzó el oxígeno hasta el final, probablemente por las condiciones de la cancha y el desorden del equipo. (3)

Milton: En lo suyo, buscando las opciones y concretando. Su actualidad le da para jugar de delantero retrasado. Ha mostrado que puede ordenar la ofensiva del equipo con pases certeros. Se entiende bien con Montero. (4)

Montero: No fue su mejor partido, pero siempre muestra pinceladas de crack. (3)

... los cambios ...

Escobar: Le falta mucho. Intenta y tiene potencia pero no inquieta la defensa contraria. (2)

Cornejo: Este jugador va a ser importantísimo para el Cali una vez finalice la era Labruna. Buen prospecto. (4)

Caicedo: Está bien en el Huila y que devuelvan a Bernal. (2)

... el dt ...

Nuevamente equivocado en los cambios, desesperado en función táctica cuando tiene un resultado adverso. Terco en su formación de 3 en el fondo. (1)

... el árbitro ...

Jorge Hernán Hoyos permitió el juego fuerte del Nacional. Mendoza y Aristizábal debieron ser expulsados por faltas peligrosas. La expulsión de Valdés fue injusta.

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La era Labruna debe finalizar por el bien de todos. El gaucho no es el Cali, es solo un empleado, y si el equipo puede tener un mejor porvenir con otra persona, bienvenida sea. Los rumores de cambio, los flojos resultados (6 de 18 puntos posibles, 33% de rendimiento global), el divorcio con la hinchada y principalmente el pobre funcionamiento colectivo del equipo son motivos para que el argentino tome la decisión decorosa y renuncie a la dirección del Deportivo Cali. Se le abona el trabajo que hizo, las horas y la dedicación, su honestidad y la paternidad sobre la Corporación. Después del Cali seguro vendrán mejores cosas para él. Muchas gracias por todo.

Le corresponde a la Junta no errar en el inicio de un nuevo proyecto. Técnicos como Francisco Maturana, Víctor Luna, "Pecoso" Castro, "Chiqui" García no tienen cabida en esta institución. El perfil de un nuevo técnico puede ser este: ganador con un equipo grande, con habilidad para trabajar con la cantera, sin pasado corporativo y amplios conocimientos tácticos. Un proyecto serio con un técnico de este perfil cuesta un dinero importante. Esa es plata bien invertida. Las propuestas del administrador de este blog son: Víctor Púa y Nelson Acosta; en su defecto Eduardo Lara, y si no cualquiera de la cantera que esté a la altura del reto.

El hincha caleño merece renovar su esperanza en el equipo.

Temas

1. Evaluación de técnico y jugadores en este partido
2. ¿Le ganábamos al Nacional con los 11 en la cancha?
3. ¿Se acabó la era Labruna?

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jueves, agosto 23, 2007

Panorama maravilloso (previa)

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Si los paisas venden a Carmelo Valencia como crack, Ricardo Serna es Cruyff, Felipe Pardo es Pelé y Freddy Montero es Maradona, y no es chiste.
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El Cali de Labruna se ha tornado complicado, difícil y aburrido. Esta es la era que se ha caracterizado porque nada sirve. Los canteranos no tienen experiencia, los refuerzos de experiencia no pesan, el esquema de 3 hace agua y el de 4 tampoco convence, que Álvaro Domínguez y su talento fueron los culpables, que todavía no tiene gente con liderazgo en la cancha. Igual, por donde se le mire el proyecto Labruna está derrumbándose, si es por resultados, el Cali se encuentra en el puesto 12 y no ha ganado en casa, si es por funcionamiento, la desarticulación entre líneas es máxima.

Las excusas, que supuestamente se habían acabado hace como 6 meses, siguen saliendo a flote. Que las lesiones, que este campeonato no es mediocre sino que cada día se parece más a la Liga de las Estrellas con Quindío y Millonarios equiparados con el Barcelona y el Real Madrid, que todavía está de segundo en la Reclasificación, que se está a dos puntos del octavo, que faltan muchos partidos, que el equipo es "nuevo", que un día juega 20 minutos bien aquí y 15 allá, que la prensa corporativa no ayuda, que la hinchada es culpable porque no cierra los ojos.

Felipe PardoEntonces, muy a las 6am (con repetición a las 2pm por Directv) salen unos pelaos desconocidos. Unos tales Serna y Pardo con la selección Colombia sub-17. En apenas 30 minutos demostraron todo lo que han aprendido en las inferiores del que para algunos ya no es un equipo poderoso. El primero con una derecha prodigiosa, tocando de primera, buscando el espacio vacío, con una movilidad impresionante, acompañando la jugada y definiendo. El segundo, parecido físicamente a Valenciano (en sus años mozos, lejos del Cambio Extremo), con una potencia fenomenal, rapidez, gambeta en velocidad, atrevimiento, valentía y definición sin tanto complique. Los dos jugando coordinaditos en ataque, uno llega buscando al primer palo y el otro al segundo. No faltarán los que digan que el partido era contra Trinidad y Tobago, etc, pero lo cierto es que poseen el talento. Y la noche anterior Montero sorprendiendo a todo el mundo con su categoría.

Pero, ¿por qué tanto complique en el Cali, si ya todo está montado? Esto de las inferiores no es mentira. Los pelaos están ahí, brillando por la televisión internacional, son una realidad. Todo esto hace recordar lo bueno del Cali: su estructura administrativo-social que lo blinda contra toda posesión por parte del hampa, su estadio a punto de terminar, sus sedes, sus inferiores, la historia e identidad, su prestigio internacional, su hinchada.

La percepción es que algo está deteniendo el paso avasallador de esta máquina futbolística que es el Deportivo Cali. ¿Qué pasa si Labruna se va? Nada peor de lo que ya está. Algunos con el miedo que vengan tipos como Maturana y Luna a dirigir al Cali, sin duda algo que no va a ocurrir porque esta Junta va aprendiendo que no puede hacer ese tipo de estupideces.

Labruna, tiene una filosofía propia que le quiere imprimir al equipo, pero resulta, por lo visto en lo que sale de las inferiores, que el Club ya sabe qué terreno pisa. Falta entonces que el monstruo futbolístico que tienen amarrado en la cantera se libere y empiece con el verdadero proceso verdiblanco, ese que los pelaos están sintiendo desde que llegan muy chicos a la institución. Según, DJ, una de las socias más respetadas y antiguas del blog, "es un placer ver jugar a estos chicos con su 4-4-2". Es hora de que el hincha se dé ese gusto en la profesional con todo lo que viene detrás.

Esta institución es grande y poderosa (así varios de los propios hinchas la equiparen futbolísticamente con cualquier Pasto o Quindío) y tiene metas altas. El futuro del Cali es esperanzador, las piezas están ahí, falta alguien que integre todo lo que salta a la vista.

Mientras tanto, otros equipos con menos ya saben como es la cosa. Escobar tiene marchando al Caldas en menos de dos meses, a Sarmiento le sirvió el ultimatum y encontró el equipo, a Bernal le falta poquito, Torres (¿quién es Torres?) sabe a qué juega el vinotinto, Prince ya armó su banda en poco tiempo, hasta el Millonarios de Lasarte que tanto palo le dan en Bogotá tiene cosas interesantes. Los que llevan más tiempo y con una continuidad van mejorando. El mejor ejemplo es el Atlético Nacional de Quintabani.

Se creía que el argentino no iba a poder después de la salida de Jairo Patiño, pero sí pudo. A pesar de estar jugando con 10 hombres, porque ya sabe que pasa si manda a Aristizábal a la banca, ha constituido un equipo ordenado y efectivo, sin llegar a ser una cosa del otro mundo. En sus inicios trataba a Nacional como equipo chico y lo echaba atrás en plazas difíciles, últimamente está saliendo a buscar los encuentros.

La regularidad de los partidos, la estabilidad de la nómina y la identidad que le imprimió al plantel le han permitido sacar nuevas figuras que entran al primer equipo enchufaditos. Carmelo Valencia es el nuevo ariete de mostrar en las filas verdolagas y lo están vendiendo como lo último. En este momento anda en racha, pero en las jugadas no se ve fino o con características que lo hagan diferente. Es más, parece que le pegara al suelo cuando define. Sin embargo, sus goles están ahí para avalar su presencia en la titular.

Ese es el rival del Cali esta tarde de sábado y hay que ganar, no tanto porque a Labruna se le acabe el tiempo sino porque el Cali tiene que hacerse respetar en su predio independientemente de quién sea el técnico. Hay partidos para jugar bien y hay partidos que hay que ganar. Este hay que ganarlo como sea, lo mismo que el siguiente.

La sensación en un gran porcentaje de la hinchada es diferente. La ecuación de equipo ordenado vs. equipo sin trabajo táctico equivale a derrota con posibilidades de goleada. La afición azucarera lo sabe. La manera de jugar del Cali hace que se corran riesgos muy serios. Pero todavía hay posibilidades de sacar esto adelante.

El Nacional juega un clásico 4-4-2. Todo parece indicar que Quintabani le va a dar descanso a su plantel después del partido del Cali y que viene toda la titular exceptuando a Camilo Zúñiga que se repone de una lesión. En el arco el buen y juvenil arquero Ospina, de conocimiento general para todo el país futbolístico y a quien Pinto le niega la oportunidad en la de mayores. En la defensa un 4 con Estiven Vélez, Iván Hurtado, Humberto Mendoza y Marlon Piedrahíta. En el medio, "Ringo" Amaya y Toro en la contención y en la creación Aldo Ramírez y Sergio Galván. En la delantera "el mejor jugador del mundo sin balón" y la revelación, Carmelo Valencia.

Del Cali se espera un 3-4-1-2, con Córdoba en el arco, línea de 3 con Arrechea, Briceño y Olave. En los extremos Benítez y Palacios. Viveros y Valdés en la contención. Como único enganche Paolo Frangipane y arriba el crack, Freddy Montero y el "Héroe de El Campín". Vásquez sólo fue suspendido una fecha, pero por los anuncios, Labruna no lo tendrá en cuenta como titular.

Sergio GalvánPara ganarle al Nacional el Cali tendrá que traicionar su filosofía, es decir, dejar a un lado el fútbol bien jugado y en vez de eso le tocará correr y no dejar jugar a su rival. Si el Cali se pone a esperar al Nacional y lo deja tener el balón, el resultado puede ser fatal. El problema radica en la movilidad del montañero: Ramírez, Galván y Valencia rotan constantemente y juegan a un toque perdiendo marcas y abriendo espacios, como de memoria. La defensa azucarera, por más que se quiera tapar, no aguanta un ataque de estos. Córdoba va a tener mucho trabajo y ojalá la brisa lo deje tapar con seguridad. También debe cuidarse de desesperarse ante la presión del verdologa. Benítez y Olave no pueden cometer errores al verse comprometidos en una sinsalida porque puede significar la derrota. Ya ha pasado antes. Los tiros de costado también son un peligro por la llegada con precisión de Mendoza, un buen cabeceador.

El Cali por su parte, tiene que meter al Nacional en su propio arco y correr los 90 minutos. Cualquier balón que le suelte al verdolaga es un peligro. El estado físico es lo que salvará al Cali; no podrá dejar de presionar ni un minuto. El gol debe venir en una jugada individual de Montero o de Miltinho, o en balón parado con cualquiera de los excelentes cobradores que tiene el Cali. La clave es aguantar y destruir lo que el contrario proponga con huevos. Se puede porque Nacional pierde mucha salida con la ausencia de Zúñiga, además Ramírez se encuentra conveleciente de una afección viral.

Pase lo que pase el Cali tiene que encontrar la forma de ganar el partido, probablemente no haya mucha hinchada azucarera, seguramente el árbitro no ayudará a la causa particular, pero es la única salida que le queda porque la tabla no miente. Contra los paisas es un partido por el honor, por una rivalidad histórica entre el Valle del Cauca y Antioquia, por la moral del fútbol colombiano que tiene que defender el verdiblanco. Más allá de la situación con Labruna, se espera una actuación digna de todos los jugadores, respetando al hincha y la camiseta. Todo depende de lo que cada jugador individualmente le quiera dar al equipo.

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No hay que perder la fe, el Cali grande, con la identidad que el hincha exige está ahí, escondido en las inferiores. Ojalá se aproveche, porque lo que se ve es de un talento sin igual.

Probables formaciones:

Superdépor: Córdoba; Arrechea, Briceño y Olave; Palacio, Valdés, Viveros y Benítez; Frangipane; Montero y Milton.

Nacional: Ospina; Vélez, Hurtado, Mendoza y Piedrahíta; Amaya y Toro; Ramírez y Galván; Aristizábal y Valencia.

Temas

1.
Claves para ganar contra Nacional.
2. ¿Por qué no arranca la máquina azucarera si todo está dado?
3. Si se va Labruna, ¿se acaba el mundo? ¿Por qué tanto temor a que se vaya?
4.
Actuación de los canteranos en la sub-17 y la de mayores.

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domingo, agosto 19, 2007

La Máquina no Arranca

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Desvertebrado, así lució el equipo. La máquina cuyos componentes se han ido afinando durante los últimos tres semestres se niega a arrancar. No ha sido suficiente el compromiso logístico de la junta ni la clara entrega de los jugadores en el campo, tampoco valió la publicitada cumbre entre directivos, técnico y jugadores de mitad de semana que sacó como conclusión la negación de una crisis.

El análisis del juego es bien sencillo, Labruna presenta sus fichas con el sistema de tres centrales que por tradición le ha representado menos problemas. En la zona de recuperación coloca a dos jugadores cuidando la espalda de un solo creativo a quien le da la tarea de surtir a dos puntas y de asociarse con dos volantes carrileros con funciones de ataque y defensa. Así de fácil, sin nombres, porque si algo claro nos dejan estas cinco fechas es que en el esquema colectivo del Cali tanto los que están en la banca como los que están en el campo no tienen la brújula que lleve al equipo a jugar de una manera cohesiva.

El juego arranca con opciones en los dos arcos, con un Cali que no presentó novedad, que buscó el gol pero siguió ofreciendo las mismas ventajas endémicas en defensa de las que venimos sufriendo durante toda la era Labruna. Bien valdría invertir la platica de la pancarta en pagarle a un clarividente por saber lo que hubiera pasado si en el minuto 26 el pelao Johnny Vásquez no hubiera cometido la entrada innecesaria que le costó la expulsión, justa o no, y que generó el caos y la desesperación en los nuestros, talvez porque los mismos jugadores habían depositado en la reaparición del juvenil la esperanza de la recuperación del equilibrio, esperanza que los hinchas también cobijábamos y que hoy comprendemos que era una responsabilidad excesiva e inmanejable para un jugador de nuestra cuna que aunque talentoso, sigue siendo un novato en el trasegar del fútbol profesional colombiano.

Lo que vino después fue el desorden, la desesperación y dos goles del rival. En un movimiento táctico incomprensible, el técnico decide cerrar el boquete de la línea de recuperación reemplazando a su único creativo por un volante de primera línea, dejando a los carrileros como única conexión entre el fondo y la ofensiva. No creo que ese esquema haya sido planteado anteriormente en el mundo del balompié pero si me piden una descripción, en el mejor argot colombiano, yo lo llamaría roscón: una masa con un gran hueco en la mitad. Increíblemente y gracias a nuestras individualidades, cuyo talento siempre se destaca en el equipo, Milton y Montero se inventan una magistral jugada para el descuento que más sirvió para apaciguar a la bestia costeña, que ya amenazaba con propinarnos una goleada histórica, que para revivir a un cuerpo desvertebrado y para rematar, descerebrado por el cambio.

Lo único destacado del segundo tiempo vino a los 25 minutos cuando Labruna dio señales de vida, seguramente al comprender la gravedad de una derrota, acaba con la estrategia roscón y por fin arriesga al reemplazar a Valdés por Sebastián Hernández y a Zapata por el pelao Herman Córdoba. El cambio lamentablemente no surtió efecto y gracias a Dios no terminó con el tercer gol del Junior.

Qué hacer? Seguramente habrá otra reunión de mitad de semana entre los directivos y el técnico. Lo único que queda claro es que la presentación del equipo no mejoró con respecto a los juegos anteriores y hoy el equipo mejor reforzado en el FPC amanece en el puesto 12 de la tabla. La expulsión de Vásquez no puede ser el escudo de un bajo nivel colectivo reiterativo del cual el técnico como cabeza de la parte deportiva del equipo debe hacerse responsable. La importancia de los dos siguientes partidos por la rivalidad histórica sumada a la incertidumbre reinante van a precipitar decisiones para bien o para mal. La hinchada debe brindar apoyo al equipo pero también merece una explicación y aún más, espera que se tomen medidas que conduzcan a que el motor al fin arranque y todas las piezas de la máquina al fin se engranen y funcionen como un conjunto, ya llegó la hora.

-Aredes


Temas

1. Se vio alguna mejora en el juego colectivo del equipo?
2. La expulsión de Vásquez fue la causante de la mala presentación?
3. Qué tipo de medidas pueden devolver la brújula al equipo?
4. Hay crisis o vamos hacia ella?

El CALIGOL se actualizará por la noche del lunes, pedimos disculpas por el inconveniente.

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jueves, agosto 16, 2007

Un punto de partida (previa)

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Con el partido contra Junior se acaba una semana llena de incertidumbres para el único club de fútbol colombiano. La salida de Cardetti, la lesión de Járol Herrera, el amago de crisis por las malas presentaciones han sido las noticias más sonadas del Glorioso. Si hay que partir de un punto, puede ser este. La ilusión del fanático azucarero es que Labruna ya tocó fondo en este torneo y que de aquí para adelante todo va a ser positivo. Sería fatal para Labruna encontrar su punto de rendimiento más bajo contra la Corporación. Que se prepare bien, porque un resultado adverso contra el rojito inexistente, en las actuales circunstancias, es sacatécnicos sin atenuantes.

Por el momento, se espera la llegada la próxima semana de un nuevo Martín. El gaucho proviene de Racing de Avellaneda y se dice que es un delantero de área. Él no estará presente en el Metropolitano; Freddy Montero se tomará un tiempo fuera de la selección y hará parte de la titular. Briceño será otra de las novedades del equipo. Con Olave suspendido, el "Mellizo" tendrá un partido para resarcirse de su tonta expulsión en Bogotá. Algunos medios dan como titular a Johny Vásquez, ya era hora. Labruna aún no ha definido la nómina titular.

El Junior de Barranquilla por su parte trata de organizar su combo con Luis Grau a la cabeza y con el "Pibe" Valderrama siguiendo de cerca su proceso. La Corporación Popular se encuentra en el noveno puesto con 6 puntos, uno más que el Verdiblanco. Recibe la misma cantidad de goles que marca (7) y su rendimiento en la cancha tampoco convence a la fanaticada costeña. Ese proyecto tiene tiempo de componerse por los buenos resultados en casa y porque apenas comienza.

Carlos ValderramaGrau y Valderrama juegan con un tres posterior, algo particular, porque se asume que la escuela del "Pibe" es la misma de Hernán Darío Gómez y su séquito. El arquero es Edigson Velásquez, que le atina a la marca de mayor casacas vestidas en el FPC que con justicia domina Rubén Darío Hernández, también conocido como "El Gomelo del Gol". La defensa de tres tiene a Cuenú por derecha, en el centro a Evert Salas y por derecha a Francisco Alvear. En la primera de volantes, los dos extremos son César Fawcett y Jáider Romero, en el medio la contención estará a cargo de Andrés Casañas y Nicolás Torres. El enganche es Rodrigo Riep. Arriba, Herly Alcázar y el juvenil Alfredo Padilla.

El esquema del Junior le dá para que le hagan goles. La línea de tres tiene que tener un entrenamiento especial, unos jugadores rápidos y vivos y tiempo para engranar. De los tres ítems anteriores, si acaso se cumple el primero. Los volantes laterales tampoco son una maravilla, Fawcett tiende a esconderse en los partidos complicados, y a Romero lo tienen como el hueco de la defensa. En el medio campo, jugadores de ida y vuelta con algo de experiencia, el más importante es Casañas. A Riep lo conocen en todos lados, un jugador muy técnico pero lento a la vez. No debe ser problema para la primera línea de marca del SuperD. En la delantera, la rapidez de Herly Alcázar es lo más peligroso.

El Cali para ganar debe tener un técnico que no se complique. Tiene unos jugadores con alta capacidad técnica y experiencia para manejar juegos de alto nivel. La lógica dice que el Cali tiene que entrar con una nómina equilibrada, con 4 defensas en la línea posterior, dos volantes de recuperación netos, un enganche, un volante mixto y dos delanteros. Esa es la fácil, la que la gran mayoría de jugadores conoce y el punto de partida para que el equipo empiece a tomar alguna forma de juego y regularidad.

El Soldado VásquezLa probable llegada de Vásquez a la titular del Cali le dá a Labruna la pieza que le faltaba: el equilibrio. Si por algo se destacó el "Soldado" es por correr y apagar incendios, en cuanto a relevos, fue el jugador más importante en el Cali I 2007. Vásquez también le quitará la responsabilidad de marca a Caicedo, y toda la carga táctica que tiene que llevar para evitarle problemas a la defensa. Frangipane por su lado se sentirá más respaldado y se preocupará más por la tarea ofensiva. Todo esto con un simple cambio. De Vásquez depende su permanencia en la titular, toda la hinchada lo respalda y lo reclama. No puede defraudar.

Con el regreso de Briceño, la defensa se torna más compacta. Implica el retorno de Zapata a su puesto por izquierda y con la ayuda de Domínguez habrá solidez por esa zona. Briceño es un jugador lento pero vivo, es importante en el anticipo, además le gusta salir con el balón en los piés, aunque a veces pasa mal en largo, algo que todavía se puede corregir si se trabaja. Como dice el maestro y ex-director técnico del grande vallecaucano, Oscar Washington Tabares, "nunca se puede olvidar la práctica de la técnica y fundamentación en los entrenamientos de un equipo profesional." Haider jugará como en casa, es el jugador que más conoce la cancha y será la primera línea de ofensiva del Verdiblanco. Briceño estará atento a cubrirle la espalda.

El Cali es un equipo con una necesidad grande. La hinchada exige que el proceso muestre resultados contundentes en el terreno de juego. La premisa de la continuidad tiene que dar sus frutos ya. Eso no se está dando, y ante la negación de crisis de la Junta directiva, es mejor pensar que de aquí se arranca. Un punto será positivo en Barranquilla, rematando con una goleada en la siguiente fecha al "Chontico", el Cali podrá tomarse la confianza necesaria para lograr su meta.

Probables formaciones

Atlético Junior: Velásquez; Cuenú, Salas, Alvear; Romero, Torres, Casañas y Fawcett; Riep; Padilla y Alcázar.

Superdépor: Córdoba; Palacio, Briceño, Zapata y Domínguez; Valdés y Vásquez; Caicedo y Frangipane; Montero y Milton.

Temas

1. Claves del partido
2. ¿Cómo debe formar el Cali?
3. ¿El ingreso de Vásquez soluciona los problemas del equipo?

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miércoles, agosto 15, 2007

Autoayuda

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La Junta Directiva inició un proceso en junio de 2006 con el técnico Omar Labruna. El gaucho provenía del Olímpo de Bahía Blanca de la segunda división argentina. La concepción original es excelente: traer nueva sangre al fútbol colombiano, con una mentalidad ganadora y un proceso serio a largo plazo. La Junta ha dado lo mejor para poder consolidar su apuesta, en términos de nombres, organización y coherencia. La hinchada no ha dado lo mejor por la desconfianza que ha generado el equipo en los últimos años pero ha acompañado más que en otras ocasiones. Labruna ha tenido toda la ayuda posible para que triunfe, ya no queda sino que se ayude solito.

Se necesita un cambio con el inicio de un proceso futbolístico. Para esto, lo primero que tiene que hacer el ex-River es sentarse a hablar con el manager Abel Dagraca y coordinar a qué juega él y como conjuga eso con las inferiores del Glorioso.

El siguiente paso está íntimamente relacionado con el primero, e inclusive podría ser el primer paso. Labruna debe definir un estilo de juego. La filosofía la tiene, el estilo no. En el fútbol mundial, los técnicos ganadores siempre juegan a lo mismo, no cambian mucho su forma de alinear un equipo. El mundo del fútbol sabe a la perfección a qué juegan Van Gaal, Capello, Ferguson, Mourinho. El hincha azucarero desconoce a qué juega su técnico.

El segundo semestre de 2006, Labruna estaba recién desempacado y le tocó jugar con un equipo montado y unos refuerzos que no eran aptos para el profesionalismo colombiano. Labruna enfrentó el campeonato con lo que tenía e hizo lo que pudo. En el primer semestre de 2007 la Junta le armó un equipazo y la premisa era presionar, correr y atacar todo el tiempo, generalmente con una línea de tres en la zaga defensiva. La mayoría de veces le funcionó, pero en los segundos tiempos tenía que replantear y formar una línea de 4. Contra Nacional, en Medellín, su mejor partido, le apostó a un solo delantero. Al final del campeonato algunas veces esperaba, otras veces salía a atacar. En el segundo semestre de 2007, cambia indistintamente de 3 a 4 defensas, juega con uno o dos enganches, y ya no presiona tanto como antes. La pretemporada se hizo con tres defensas, pero el equipo se armó para jugar un 4-4-2. La línea suplente deja esa conclusión.

Labruna debe casarse con lo que le funciona, y no cambiarlo cada 8 días. Ningún técnico del mundo cambia todo de un fin de semana para otro. Eso genera inestabilidad e inseguridad en una zaga. Sería comprensible que cambiara si hay algún expulsado o lesionado y la figura no se pudiera sostener, pero este no es el caso. Dentro del plantel, se vuelve motivo para desconfiar del técnico. Por ahí empiezan los sindicatos.

Algunos socios se molestan porque dicen que Labruna no sabe. El problema no pasa por el conocimiento que pueda tener el técnico. El asunto es si puede o no puede alcanzar su meta. Hasta el momento no ha podido formar una alineación estándar donde no se dependa de las individualidades y cualquier sustituto entre sin causar caos para el resto de sus compañeros.

Otros socios dicen que los jugadores no están comprometidos con el equipo y no sudan la camiseta. Este es un problema crónico del Cali y la Junta ha hecho todo lo posible por purgar al equipo de las ovejas negras. No es de un técnico con liderazgo que cada 6 meses los jugadores le monten sindicato - así nuestro amigo el Implacable de la Florida diga que en el Real Madrid pasa igual. El responsable del grupo tiene todas las garantías posibles para hacerse respetar. Si cada 6 meses sucede esto, algo más está pasando.

Con la hinchada, el asunto es a otro precio. La mentalidad del hincha del Cali exige valentía y fútbol arte. Pero exige algo más, regularidad. Con el Cali nunca se sabe, puede jugar bien un partido, luego otro mal, otro regular, luego otro mal pero gana, con un esquema, con el otro, pierde con los chicos, luego le gana a los grandes, en fin. En el primer semestre algo de esto se logró con el invicto de local. La hinchada acompañó y esperaba un progreso en el proceso este semestre. Por el contrario, hubo un retroceso marcado, aunque la nómina es muy parecida a la del torneo pasado. Si Labruna no juega bien, la hinchada no lo va a respaldar. Hasta los del apoyo incondicional están perdiendo la credibilidad en la capacidad del técnico.

En conclusión, para que Labruna tenga éxito, que defina su forma de jugar, que coordine ese estilo con lo que juegan las inferiores y que no se vuelva una lotería la ida al Pascual.

Temas

1. ¿Cuál es el estilo de juego de Labruna?
2. ¿Cuál es el estilo de juego de las inferiores del Cali?
3. ¿Qué más podrá necesitar el técnico para salir adelante?

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domingo, agosto 12, 2007

Corriendo riesgos

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Dá tristeza tener la razón cuando el equipo amado pierde. La pasión no puede ser motivo de ceguera ante estas situaciones. Todo salió como se había previsto y hay que buscar soluciones rápidas y efectivas. En un torneo donde el octavo puede ser campeón no se pueden tomar los resultados muy en serio. Aunque en el caso del Cali, los resultados ya están alcanzando a la realidad. Antes de esta fecha, el Superdépor estaba invicto en el Pascual en el 2007, se había obtenido una buena cantidad de puntos de visita, los delanteros estaban metiendo goles. Después de esta tarde, la torta se voltea: el Cali no gana en casa desde aquella victoria frente a Chicó en cuadrangulares, los asistentes al Pascual todavía no han visto ganador al Cali en este torneo, se pierden posiciones en la Mustang 2.

El FPC es un torneo mediocre, con equipos pobres y malos. Los grandes mandaron a recoger la clasificación que los ponía en el curubito. Como propuesta quedarían 3 posibilidades: los equipos engranados, los que no, y el Nacional, que no necesita de engranaje para funcionar, los de negro siempre le arreglan su andar. Dentro del primer grupo se encuentra el Tolima. Y cuando se habla de este tipo de equipos no se está refiriendo a una armonía tipo Manchester o Milán, no. Simplemente son escuadras que juegan a algo, y esto fue lo que el Cali tuvo que enfrentar esta tarde dominical.

Es un error subestimar al hincha azucarero. Es el fanático que más sabe de fútbol en este país y no come mucho cuento. Por eso, en la segunda presentación como local, los jugadores verdiblancos tuvieron poco apoyo desde las tribunas.

El Tolima con un planteamiento práctico, no se sabe si limitado o inteligente, arrancó entregándole el balón al Cali. Normalmente el verdiblanco con el balón es un equipo importante. Pues bien, con el planteamiento fácil, 4-4-2, lo fue en los primeros minutos. El Cali llegaba por las bandas, Milton y Montero se encontraban, Frangipane estaba claro en sus pases y el Tolima pues no quería mucho. Járol Herrera tuvo que salir del campo por una patada brutal de Arizala, probablemente con una lesión seria de rodilla; Hernández lo sustituyó. Montero se estaba moviendo bien en la zona de ataque y en una jugada de viveza, se deja empujar de uno de los centrales tolimenses, provocando un tiro penalti que anota con facilidad Haider Palacios. Todo parecía ir bien porque el Cali jugaba a sus anchas. Pegaron dos tiros en el poste, uno de Milton y el otro de Frangipane. El Tolima, sin querer queriendo, se fue acercando poco a poco al arco de Córdoba con la pelota quieta de Charría. Los centrales y volantes de primera línea del Cali cometieron faltas una y otra vez. Hasta que finalmente en un lanzamiento de costado raro, Charría confunde a Córdoba y anota tremendo golazo. El partido empatado, el Cali nuevamente trata de ir arriba sin orden, y el Tolima espera con calma. Hernán Torres ya había decidido sacar a su sub-20 e ingresar al rápido César Rivas para contragolpear con mayor fortaleza. En una de esas, Jair Benítez baja en el área al delantero tolimense, para posteriormente ser rematado por Valdés. El árbitro y asistente se hacen los locos. Era pena máxima clara que dejaron de pitar. Este tipo de situaciones es molesta para el honesto hincha azucarero que no necesita de este tipo de equivocaciones a su favor. ¡Ni que fuera el Nacional! Termina el primer tiempo en medio de angustias.

En el segundo tiempo todo es peor. El Cali sale con el mismo planteamiento desordenado y el Tolima a esperando. Es posible que Torres haya visto los partidos previos del Cali, dándose cuenta el poco filtro que tiene en media cancha. Los pases de defensa a ataque del vinotinto no pagaban peaje y llegaban con facilidad a Rivas y Perlaza que quedaban mano a mano con Olave o Zapata. Los centrales caleños nunca pudieron resolver estos retos y marcaban con más faltas. En una de esas, Charría vuelve y convierte de tiro libre colocado, dejando sembrado a Córdoba como a cualquier samán de la quinta. Olave sería expulsado después por una falta peligrosa en uno de los mil contraataques del Tolima. El SuperD siguió atacando y en alguna jugada pudo conseguir el empate, pero no lo hizo. El Tolima por su parte llegó con claridad al arco en varias oportunidades. Unas las salvó Córdoba, otras simplemente no las supieron definir. Ni siquiera con la salida de Caicedo la situación mejoró. El "Vive" trató de echarse el equipo al hombro, pero no había como. Adelante, Labruna cambió a Milton por Escobar, y la misma cosa dió. Ese no era el problema. Mientras tanto, cada cual trataba de hacer su propio partido y salvar la papeleta a su propio estilo. El partido se pierde con un marcador injusto para el Tolima. El Superdépor debió terminar goleado.

El equipo

En defensa, todo está mal, los centrales no quiebran línea, no hacen relevos, se ven lentos, los laterales no ayudan. Cada partido se ven peor. Los laterales van, pero no vuelven, especialmente Benítez, que todavía no está a punto ni siquiera para calentar la banca. Córdoba se ve desilusionado, es un profesional y no habla de ello en los medios, pero se le nota a leguas. Así y todo, es figura en cada partido.

En la primera de volantes, están Valdés y Caicedo. El primero de grandes condiciones y que no las muestra, de el segundo dicen que las tiene. Valdés está apurado, quita con falta y no es el mismo de antes. Caicedo no tiene idea para donde correr o donde tiene que estar. Esta línea es inexistente en el Cali.

En la creación, la situación mejora, pero es irregular. Frangipane y Hernández tienen unas buenas, pero se desesperan y empiezan a entregar mal. Es particularmente preocupante lo de Hernández porque pierde unos balones en el medio peligrosísimos.

En el ataque, Milton y Montero están bien cuando se encuentran. Hacen bien los relevos, siempre sale uno por la banda y el otro busca el área para el gol. Tienen temple y leen bien los partidos.

Uno a uno

Córdoba: comprometido en el primer gol. En el segundo no había nada que hacer. Puede que tenga culpa, pero salvó muchas y no es justo que tenga que afrontar tanto tiro libre. Alguno le iban a hacer. (3)

Palacio: No fue tan importante en la salida. Estuvo bien en los primeros minutos. Con los contraataques del Tolima se perdió. (3)

Zapata: Cada partido que pasa es peor. Arrancó bien en la "Pana" y después se desorganizó. No supo manejar el uno contra uno en ninguno de los contragolpes. (2)

Olave: Volvió a ser el mismo de antes. Tosco, con poco sentido de anticipación. Se hizo expulsar por doble amarilla. Causó varios de los tiros libres del Tolima. (1)

Benítez: ¿Jugó? No está en nivel para ser banca, menos para ser titular. Varios ataques entraron por su lado. Excesivamente lento en el retorno, e inutil en la ofensiva. Completamente desconocido. (2)

Caicedo: Muchas gracias por el gol ante Millos y que por favor regrese al Huila. (1)

Valdés: Otro desconocido. No se ubica bien, pierde las marcas, quita con falta, ya no gana rebotes... (2)

Frangipane: Trata pero no le alcanza. No se asoció con Hernández, tampoco con Palacio. Tuvo pocos momentos de claridad. (2)

Herrera: Lesionado en los primeros minutos. Se espera el informe médico. (SC)

Montero: Encara y genera faltas cerca del área, es vivo en sus movimientos y tiene mucho talento. No tuvo suerte en este partido. (2)

Milton: Lo intentó, y casi le entra. En gran parte del partido estuvo desconectado. Trató de cobrar algunas faltas, pero siempre rebotaron en la barrera. Salió sustituido. (2)

... los cambios ...

Hernández: Empezó bien, con buen traslado del balón. Jugó con Haider por la banda derecha y metió uno que otro centro bueno. Después fue el mismo pechofrío del Millonarios. (2)

Viveros: Puras ganas. Labruna lo metió para que sirviera de filtro, pero no logró su cometido. Intentó motivar al equipo y tampoco lo logró. (2)

Escobar: El pobre Habynson no es del llavero de la hinchada. Corrió y se desmarcó. Tiró un par de veces al arco. No tiene fútbol hace rato, pero cumplió. (3)

.. el dt ...

Labruna entró con un planteamiento lógico, pero con los hombres equivocados. Benítez no estaba para jugar y Caicedo hoy por hoy no es titular ni en el Pereira. Con un boquete de esos por una banda, el equipo contrario hace fiesta. Domínguez por su tendencia táctica venía cubriendo mejor los huecos que dejaba Caicedo en el medio. Benítez sin retorno empeoró el problema.

La conformación de la banca no fue buena. Hombres importantes como Vásquez no estuvieron presentes. Lamentablemente Cornejo se resintió y no pudo estar.

En los cambios tampoco pudo cambiarle la cara al equipo. (1)

Análisis

El Cali es un equipo costoso y con jugadores de gran valía. La nómina dá para alcanzar metas muy altas. Este tipo de presentaciones ahuyentan al buen hincha del Cali. Sin buen fútbol, el Pascual será un cementerio el día que el Cali esté fechado para jugar.

Son los riesgos que se corren cuando un equipo con una historia y filosofía de cerca de 100 años de fútbol bien jugado empieza a mostrar desorden: desilusiones, marcadores adversos, estadio vacío, goleadas.

Tolima sin un planteamiento táctico exótico, venció a un Cali desarticulado, abúlico y desordenado. Simple estrategia de contraataque que, hasta mal dispuesta estuvo por esperar tan atrás, expuso todas las debilidades de un equipo que lleva junto lo suficiente para mostrar algo diferente.

Los equipos rivales saben que con el Cali pueden hacer una de dos cosas y les va bien, pueden esperarlos y contragolpearlos con jugadores rápidos, o pueden presionarlos y obligarlos a cometer errores. En el contragolpe sabrán que no hay quien les impida llegar mano a mano, y en la presión, el error se presentará con seguridad.

No es posible que todo un equipo juegue mal, y menos con jugadores como los del Cali. No puede ser que Montero deje de ser goleador de un momento a otro, que Milton no le sepa pegar al arco, que a Frangipane se le haya olvidado hacer un pase, que Valdés no quite un balón sin falta y que la defensa no se sepa mover. Al equipo no le faltan ganas, porque se corre en la cancha y se intenta. Entonces, ¿qué será?

Temas

1. ¿Dónde está el problema?
2. ¿Qué riesgos corre el Cali con esta forma de juego?
3. ¿Cuáles son las soluciones?
4. Reacciones del partido Cali vs. Tolima.

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jueves, agosto 09, 2007

Tolima, un buen sparring (previa)

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La apuesta de la Junta Directiva con la continuidad de Omar Labruna tiene razones claras. Por ejemplo, darle la tranquilidad al Cuerpo Técnico para que trabaje sin presiones, mantener una nómina base que se conozca, son sólo un par de ellas. El objetivo de este trabajo debe ser que se consiga un plantel con suficiente experiencia y juventud, que adquiera confianza en sí mismo, para que con los días logre una regularidad y el fin último, tener una identidad futbolística. Todo para llegar a la meta, el título del FPC.

En las dos últimas presentaciones el Cali sí, ha conseguido resultados importantes de visita, pero no termina de convencer. Para eso hay razones, y no de eras pasadas sino de esta misma. La Junta Directiva y el CuerpoTécnico han depurado al plantel del sindicalismo aquel que costó una estrella ante el Pasto. Han incorporado elementos muy importantes en cada línea del equipo para darle la solidez necesaria en los encuentros difíciles. Además, esos mismos elementos han gozado de continuidad. A pesar de esto, la queja es que el equipo no se ve compacto.

En el partido contra Deportes Quindío, la figura de la cancha fue Óscar Córdoba. En el partido contra Millonarios, la figura fue Óscar Córdoba. De esto se deduce que Córdoba es un gran arquero y que al equipo le llegan mucho. Al parecer, las individualidades están resolviéndolo todo. Y eso está muy bien.

Antes, el síntoma principal era la "caracho-dependencia". Si Domínguez no jugaba bien, el Cali carecía de variantes y generalmente tenía actuaciones deslucidas, por la falta de identidad. Ahora el Caracho se fue, pero igual el Cali depende de sus individualidades. Algunos podrían decir entonces que el Cali es "córdoba-dependiente", y que el día que el vallecaucano no esté en su tarde le meten 4, pero la verdad es que en el Superdépor hay tantas figuras que cualquiera puede resolver en un momento dado.

En el muy atípico torneo Mustang, gana cualquiera y eso es conocido por todo el país futbolístico. Pero ojo, y aunque suene a Pambelé, es más fácil que un equipo que juegue bien se gane la estrella a uno que no lo haga. Así de sencillo. Un equipo que dependa de sus individualidades, puede hacer un buen papel y hasta ganarse la estrella en este FPC. El Cali las tiene y puede hacerlo, por qué no, pero corre muchos riesgos.

Si no se es regular, en cualquier momento llega la decepción. Puede ganar muchos partidos, pero en los que toca, falla. Además, no está exento que en una tarde donde las individualidades no aparezcan y las del contrario estén con estrella, se lleve una goleada vergonzosa.

El Cali de Labruna es irregular. De 180 minutos jugados en la visita ha jugado bien sólo 45. Con eso le alcanzó para 4 puntos que sirven muchísimo para la Reclasificación. En el primer encuentro en el Pascual marcó 4, pero le encimaron 4 también. Después, quién asegura que con sólo el 25% de buen fútbol y/o desequilibrio se pueda llegar a un título. Es complicado que alguien se arriesgue con esa apuesta.

La hinchada en su sabiduría siempre busca un culpable. Algunos creen que los jugadores no lo están dando todo, otros, que los jugadores no saben qué hacer en la cancha. De todas formas, el Cali carece de regularidad e identidad y está tomando riesgos.

Falta muy poco para que el Superdépor alcance el nivel esperado. Se ha estado muy cerca de empezar un proceso que perdure con gloria contínua, pero no se ha alcanzado. Vale la pena evaluar si la continuidad de un proceso, ha cumplido con los objetivos planteados.

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El Deportes Tolima visita a Cali el domingo para un encuentro que define muchas cosas. Este no es el mismo equipo de Bernal de unos torneos atrás porque se ha venido desarticulando progresivamente. El trabajo que se dejó ahí, sigue adelante, a pesar de el retroceso que tuvo en la era De la Pava. Hernando Torres tiene un equipo que viene mostrando cosas interesantes en las últimas tres fechas.

El esquema 4-3-2-1 es el preferido por Torres. La oportunidad que se le dió a Enrique Quiñones no ha sido desaprovechada: resultó figura en el partido contra Medellín. En defensa tiene falencias. La zaga es torpe y comete muchas faltas cerca del área. La conforman Gerardo Vallejo, Nicolás Ayr, Yesid Martínez y Javier Arizala. La debilidad principal está en sus centrales. El primero es lento y el segundo muy tosco. Del medio hacia arriba tienen un combo interesante. En línea de 3, Patiño, Bolívar y Anchico, buen balance, hay marca fuerte e ida y vuelta. En la segunda está John Charría y Perlaza. Uno anda inspirado y el otro no se encuentra. Por lo general, Charría cobra en Cali; lleva 4 goles en el actual torneo. En la delantera como punta, el sub-20 Winston Girón, que anotó en el partido pasado.

El Superdépor no tendrá la presencia de Briceño, suspendido dos fechas por agresión a un contrario sin balón y de Martín Cardetti que seguirá su camino en el Colón, pero el resto de la banda estará presente en el Pascual. Labruna posiblemente formará con tres en el fondo, 5 en el medio con dos extremos, uno de marca, uno mixto y otro libre, adelante con Montero y Milton.

La Tromba Verde está lista en materia individual, y tendrá que luchar muy fuerte para poder vencer al Tolima. Es posible que Córdoba salve el partido y que Milton o sus compañeros sean los héroes con sus acciones individuales, pero si el Tolima se encuentra en su noche, pueda que eso no alcance.

La clave para ganar es el control de la media cancha, quitando rápido y sobrepasando la férrea línea de marca del vinotinto sin mucho trámite. Tolima va a abarrotar el medio campo de jugadores con talento. El quite del balón, cortando el circuito Patiño, Charría, Anchico y Perlaza es básico. La presión sobre Charría y Patiño también será importante porque a estos dos jugadores no les dá miedo patear al arco desde lejos. Caicedo tendrá que estar más concentrado que nunca. El traslado por media cancha en el Cali tiene que ser poco para evitar la presión de Patiño, Anchico y Bolívar. La salida por las bandas, con las asistencias de Frangipane y un Montero un poco retrasado pondrán al Cali en zona de peligro. Esta vez, Jaider la tiene más complicada porque Charría va a estar por su lado y por los informes del partido, anda corriendo más de lo que se le conoce. Claro que para Domínguez no va a ser fácil con Anchico cubriéndolo todo el tiempo.

El Cali no puede perder el control del balón con el Tolima porque ellos sí vacunan sin piedad. A pesar de su debilidad en nómina, tiene un trabajo y sus jugadores una memoria futbolística. No hay que menospreciar al Tolima. Esto no va a ser como contra Quindío o Millonarios, los errores se pueden pagar caro.

Ahora, sin la potencia goleadora de Cardetti el Cali quedará incompleto y a Labruna le tocará variar su esquema de juego. No será raro ver al Cali con 5 volantes, Cornejo y Hernández podrán tener una oportunidad en el primer equipo. Sin embargo el bajón anímico del plantel puede ser catastrófico.

Hay que seguir adelante y demostrar que el Cali tiene con qué. Como equipo grande, fecha a fecha, tiene que presentar credenciales ante grandes y chicos. Lo de Cardetti será un golpe duro y en manos de Labruna está la motivación necesaria para continuar.

Probables formaciones

Superdépor: Córdoba; Arrechea, Zapata y Olave; Palacio, Valdés, Caicedo y Domínguez; Frangipane; Milton y Montero.

Tolima: Quiñones; Vallejo, Ayr, Martínez y Arizala; Anchico, Bolívar y Patiño; Perlaza y Charría; Girón.

Temas

1. ¿Cuáles son los objetivos de la continuidad de un proceso en un equipo de fútbol? ¿Se están cumpliendo esos objetivos en el Cali?
2. ¿Es el Tolima un mejor rival que Quindío y Millonarios? ¿Por qué?
3. Claves para la victoria
4. Reacciones sobre la salida de Cardetti.

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martes, agosto 07, 2007

Seguir sumando (previa)

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Hay que aprovechar el momento anímico del Cali para seguir cosechando puntos de visitante. La premisa del técnico Omar Labruna ha sido la de buscar los partidos en cualquier cancha. Contra el Deportes Quindío tiene que ser igual.

La victoria frente a Millonarios, aunque no es ni mucho menos un motivo para sacar carro de bomberos, sí es importante para que el plantel y la hinchada se concientice de su propia capacidad. En Bogotá se lograron 3 puntos muy importantes, y casi que obligatorios, por tres motivos: para recuperar lo perdido en Cali contra el Pasto, distanciar a los equipos que van en la lucha por el cupo a Copa por Reclasificación y para determinar el nivel en el que inicia esta nómina II-2007. Además, se ratifica el profesionalismo de Óscar Córdoba, la mano de Labruna en los intermedios y la capacidad que tiene la línea titular para revertir un partido.

Ganarle a Millonarios era lo lógico, por el nivel que ha mostrado el conjunto embajador, y por las condiciones de juego y nómina del Cali. Es evidente que el Cali es superior en el papel y en la cancha. Contra el Quindío se espera más de lo mismo. La escuadra cafetera ha tenido problemas desde hace rato y los sigue teniendo en esta nueva versión de la Mustang. Están en el puesto 17, aún sin conseguir un solo punto. Caldas y Cúcuta los han vencido, y según los informes de los partidos el equipo de Víctor Espinosa no tiene forma alguna. Eso no es problema del Cali, porque la misión del Cali es encontrar su propio juego, y parece que lo está logrando.

La estructura axial del Cali ha sido bien conformada por Junta y Cuerpo Técnico. De esto depende la confianza que el equipo pueda tener en sí mismo. Es decir, individualmente cada uno de los integrantes de la titular sabe que alguno de sus compañeros puede responder en el momento que se necesite y resolver un partido. El ejemplo más claro es la actuación de Óscar Córdoba en el encuentro anterior. El portero vallecaucano salvó la papeleta cuando más se necesitaba. Tapó la que era y eso no lo tenía el Cali el semestre pasado. Lo mismo ocurre en las demás líneas. No está presente el desborde de Benítez por izquierda, pero ya Montero, Cardetti y Palacio saben donde están ubicados casi que de memoria. El cambio de frente de primera de Palacio a Montero o Cardetti se está volviendo marca registrada. En defensa, Olave está seguro y Zapata tiene la capacidad para resolver por arriba y por abajo. Si no están ellos, Briceño es una opción más que válida. En el medio, Valdés hace respetar el equipo y es alternativa en los rebotes ofensivos. En la creación, Frangipane y Cornejo pueden en cualquier momento cambiarle la cara al partido. Por último, Cardetti, Montero y Rodríguez son goleadores consagrados y no le queda duda a nadie que la meten cuando tengan la oportunidad. En balón parado, todo es posible en los piés de Palacio, Frangipane, Montero, Domínguez, Valdés o Rodríguez. La confianza es vital para que un equipo no ceda ante la presión de hinchada, periodismo y demás, buscando el juego que les dé los resultados.

La plaza quindiana ha sido favorable para el Glorioso desde hace un buen tiempo. El gol de Antony Tapia todavía es de grata recordación entre la afición azucarera. El Cali debe salir por los tres puntos en Armenia, aprovechando la crisis institucional y futbolística del Quindío. Estos puntos son importantes para seguir en la pelea en la Reclasificación y en la Mustang II.

El equipo de Víctor Espinosa juega el 4-4-2 típico de la era Umaña. La zona defensiva es su principal debilidad. El único defensa de mostrar es Giovanni García. Los demás tienen poca experiencia y un nivel bajo para el FPC. En el medio campo, se la juega con salida por las bandas con el conocidísimo y resistidísimo por la parcial cafetera Juan Gilberto "Pichú" Núñez y Luis Fernando Mosquera. En el ataque el referente es Iván "La Champeta" Velásquez, jugador rápido, de larga zancada y buen definidor. Lamentablemente para la afición quindiana, "La Champeta" no se encuentra en su mejor forma física.

El Cali tendrá que seguir haciendo lo que le ha funcionado en los últimos dos partidos para ganar. La salida por la banda derecha con Palacio será nuevamente la fortaleza del Cali en ataque. Además, se tendrán que buscar nuevas alternativas de juego. La llegada al área con Valdés o Domínguez, los pases al vacío del mismo Domínguez o la combinación con Caicedo para llegar a línea final tienen que ser explorados. Córdoba tendrá que ajustar sus saques largos para evitar la presión en el medio. Olave y Zapata deben generar mayor peligro en el cabezazo ofensivo. Todo esto es posible porque el talento está ahí esperando ser aprovechado.

Labruna formará seguramente con un 4 atrás dada la expulsión de Briceño en el partido pasado. Por lo que se sabe, le hubiera gustado jugar con 3, pero eso no va a ser posible. La variante esperada es Cornejo por izquierda, para una incrementar la presencia en ataque por esa banda y buscarle un socio a Domínguez. Un 4-4-2, con Frangipane en función de volante por la lateral valdría la pena, al menos, intentarlo. El regreso de Johny Vásquez es imperativo para el equipo. Ojalá Labruna no deje perder a este jugador.

El equipo está para cosas importantes, hay que mejorar en juego de conjunto y la confianza para que eso se dé está creciendo con cada partido. Hay que salir a ganar.

Probables formaciones:

Deportes Quindío: Otero; Morales, H Mosquera, Escobar y García; LF Mosquera, Chará, Mejía y Núñez; Tolosa y Velásquez.

Superdépor: Córdoba; Palacio, Zapata, Olave y Domínguez; Valdés y Caicedo; Cornejo y Frangipane; Cardetti y Montero.

Temas

1. Claves para ganar
2. ¿Qué variantes les gustaría que el Cali ensayara en este partido?

Obelisco

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lunes, agosto 06, 2007

Lección de humildad

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humildad.

(Del lat. humilĭtas, -ātis).

1. f. Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.

2. f. Bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie.

3. f. Sumisión, rendimiento.



Real Academia Española

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Fueron varios los títulos que se tuvieron en cuenta para esta entrada. Algunos fueron, "Cali dañó el cumpleaños capitalino" o "AlimentArte de Gallina". Todos alusivos a la contundente victoria del único equipo grande vallecaucano sobre el alicaído Millonarios. La lección sin embargo fue para aquel hincha que tiene falta de confianza en su equipo, que no ve las condiciones innatas de grandeza, nobleza y honor de esta gran institución.

De acuerdo a la Real Academia Española, en su primera definición, la humildad es una virtud que se basa en saber distinguir las debilidades propias y actuar acorde a ellas. (Para el caso de esta entrada, la segunda y tercera definición no aplican.) Entonces, se acusa al hincha del Cali de ser agrandado porque se siente más al tener una institución sólida, democrática, con logros deportivos importantes y porque, al ser partícipe de una filosofía de fútbol bien jugado de ya casi 100 años de historia - entre otras -, se convierte en el hincha que más sabe de fútbol en Colombia. Esas son las fortalezas de este magnánimo club, el único en su categoría en este país.

Las debilidades del Cali son varias, el hincha no asiste al estadio masivamente, su distanciamiento crónico con el equipo por la no consecución de más títulos que avalen su abolengo, también hay desconfianza con el director técnico. Ya en el terreno de juego, el Cali se pierde por momentos, algunas veces ni siquiera entra a la cancha, le falta orden en defensa y mucho más juego de conjunto.

Es menester del fanático azucarero realzar las cualidades verdiblancas para diferenciar su casta de otros hinchas que tienen otra filosofía e historia. Once contra once, las cosas pueden cambiar, pero la esencia del aficionado no puede ser una diferente y no hay nada de qué arrepentirse. La humildad es una virtud que nos debe llevar al triunfo, no una excusa para quedarse callado temiendo al "qué dirán" si pasa esto o lo otro.

Los compromisos de este espacio como Cultura Alternativa son: apoyar al equipo de forma irrestricta y constructiva y darle su lugar con un análisis objetivo desde la perspectiva del hincha.

Algunos socios tuvieron inclusive la osadía de comparar este blog con El Tiempo, recordando como el Sr. Fernando Millán, administrador de ese espacio, hace quedar mal al equipo con unas previas equivocadas y poco trabajadas. Ni la filosofía del blog, ni el administrador del espacio son la misma cosa y quedó más que demostrado.

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Después de un buen almuerzo en el Festival Alimentarte de la capital colombiana (ese sí, motivo de orgullo para el bogotano raizal), en una tarde nublada y fría, muy diferente a las que la antecedieron esta semana, la Cultura Alternativa procedió a asistir al Nemesio Camacho "El Campín" para acompañar al Superdépor. La asistencia fue escasa, si acaso 12.000 espectadores. La bandera del Distrito estaba por doquier, en honor al cumpleaños de la capital de la República. Lamentablemente, y esto seguramente dará para una multa, el Deportivo Cali no salió a tiempo para el himno nacional. No era un buen presagio para el aficionado que pagó la boleta del "Chiqui" con tal de apoyar a su equipo.

El primer tiempo es el peor que ha jugado el Cali en este año. Ni siquiera el 3 a 3 con Medellín o el 3 a 0 con Nacional son comparables. Tan mal jugó el Cali, que Millonarios lució bien.

Labruna decidió que la mejor disposición del equipo era un 3-4-1-2. Sin duda los cuerpos de los jugadores estaban en la cancha, pero sus almas se quedaron el hotel. Millonarios planteó en algo, mejor el partido y el Cali se demoró mucho para descifrar las falencias embajadoras. En el arco Óscar Córdoba empezó nervioso, pero con los cánticos y putiadas directas de los Comandos Azules se fue creciendo con los minutos. En defensa, todos estaban muy erráticos. Zapata estaba lento y no entendía como referenciar a Castillo y Villagra. Palacio iba y se hacía sentir pero en el regreso, Ciciliano aprovechaba siempre el espacio vacío para coordinar el ataque albiazul. Briceño estaba desconocido. Domínguez y Olave tuvieron que aguantar toda la arremetida porque Caicedo no es ni volante mixto, ni volante de marca. Además Valdés entró en un bache. En creación, Frangipane no se ubicaba y estaba haciendo su peor presentación desde que llegó a Colombia. Sus compañeros no lo ayudaban, de hecho, nadie ayudaba a nadie. El balón se perdía en el centro del campo y Millonarios llegaba sin oposición al arco de Córdoba.

En un tiro de esquina, se deja un rebote para que Villagra pase atrás a Juan Carlos Quintero, que mete un zapatazo rastrero al palo izquierdo de Córdoba. Buen gol para uno de los mejores de Millonarios. El Deporcali entra en desesperación sin el balón en los piés. Montero trató de volantear y por momentos logró manejar los tiempos del partido con una inteligencia y coraje inusitados para un jugador de su edad, pero no había equipo que lo acompañara. Millonarios siguió llegando en toque corto con Villagra, Ciciliano y Robayo, que para fortuna azucarera no define bien.

En el segundo tiempo, Labruna tiene la humildad suficiente y le dá la lectura adecuada al partido. Abre a Frangipane por la banda derecha, y aprovecha para darle una clase magistral al pelao Álex Díaz. El canterano embajador seguro recordará a Frangipane hasta el final de su carrera. ¡Qué baile el que le metió! Pero no fue sólo "Zeus", un Valdés renovado y un Palacio valiente entraron por esa banda como debe ser. Caicedo, avanza en su línea, pone un pase difícil para Palacio que llega y mete un centro que Cardetti, de vivo, de goleador, le gana a Conde y con una clase que sólo la dan partidos internacionales mete el gol del empate.



Millonarios y su garra continuaron asediando el arco del Cali, pero Córdoba tranquilo. Cada vez que gritaban los comandos, el vallecaucano entraba en su juego desesperando al albiazul y su hinchada. Llega el penalti, con un árbitro muy lejos de la jugada. Exceso de fuerza de Olave, el mejor de la defensa hasta el momento y el árbitro no dudó. Silencio e indignación de la parcial verdiblanca. Cobra Ciciliano y Óscar les recuerda a los pobres albiazules quién es papá. Atajadota.



El técnico uruguayo no se la perdona a Ciciliano y lo sustituye. Esto, y la salida tempranera de Carlos Castillo contribuyeron a que Millonarios perdiera el balón. Ahora, el Glorioso con el dominio de la redonda es otra cosa. Caicedo, sin marca, se toma su tiempo mide la distancia y patea con potencia y ubicación para el golazo de la victoria. Sale sustituido inmediatamente por Viveros, que se juega un complemento fenomenal. Quitando y a la vez manejando los tiempos del partido, imponiendo jerarquía en la mitad del terreno de juego. El esquema cambia nuevamente. Labruna decide explotar aún más la débil franja izquierda de Millonarios, con Jaról Herrera. El "Héroe de El Campín" ya había entrado por Montero, y con la salida de Cardetti queda como único punta, realizando una destacada actuación. Al final, Briceño que había vuelto a renacer en el segundo tiempo, hace la de él, comete falta sin balón en la mitad del campo y termina expulsado. Millonarios no tenía con qué y el Cali domina el partido con "ole" abordo hasta el minuto 48.



El equipo

Dos tiempos para el Cali. Desbaratado en la primera fase, desconectado, con jugadores atropellados y de bajo nivel. Se pierde nuevamente un tiempo, recordando otros partidos de visitante donde ya el Cali en los primeros 45 minutos había definido todo en su contra. Parece que es difícil para el plantel superar la presión de los equipos rivales al inicio. Tampoco tiene relevos y no se muestra en fase ofensiva para tener el balón.

Un problema del Cali es el retroceso cuando se pierde la pelota. La línea baja rápido pero sin ninguna referencia de los jugadores que vienen de atrás. Entonces, ocupan espacios pero no son agresivos a la hora de defender, en jugadas de contraataque.

En el segundo tiempo, Labruna lo arregla todo con mayor manejo del balón. Los jugadores también se calman y empiezan a jugar lo de ellos. El Cali anticipa bien en defensa, en el medio permite demasiado juego de un rival que llega siempre a zona de peligro sin mucho esfuerzo. En el ataque, el Cali es una tromba. Inclusive, con sólo Milton de punta, Millonarios tuvo para entretenerse hasta el final. El nivel de Palacio es increible.

Uno a uno

Córdoba: Excelente. Liderazgo, manejo del tiempo, manejo de la tribuna (esos Comandos daban risa), es antipenal. Todavía le falta en los saques largos, pero eso lo recupera rapidito. Genio y figura. (5)

Zapata: Mal en el primer tiempo, sin distancia y confundido. En el segundo tiempo, Lasarte le facilitó todo cambiando a Villagra de banda. (3)

Briceño: Aunque no es rápido, es muy preciso y tiene jerarquía. Lástima que se pase de revoluciones y se haga expulsar sin motivo. (3)

Olave: Salvó la papeleta en el primer tiempo. En el segundo estuvo bien por arriba y por abajo. Tiene que ser más sutil en la marca en las 16.50 porque de visitante toda carga se la pitan como penalti. (3)

Palacio: La figura del partido. Excelente en las salidas y en las coberturas. Líder del equipo, centra muy bien y tiene aprendido el cambio de frente. (5)

Valdés: En el primer tiempo no era él. Muy carroloco y patabrava, aunque hizo respetar la mitad del campo, generó muchas faltas y malos pases. En el segundo tiempo se recompuso y fue el de siempre. (3)

Caicedo: No es ni volante de marca, ni mixto, es ofensivo. No sabe marcar, se confunde en la táctica. Le gusta pasar al frente, y de hecho arrancó la jugada para el primero y marcó el segundo de media distancia. Hay que reubicarlo, porque por su posición, no lo salva el gol. Fué el peor del equipo. (3)

Domínguez: Acá toca explicar algo que se ha venido discutiendo en este espacio desde hace casi un año. La diferencia entre Benítez y Domínguez se hizo evidente ayer y definió todo. Domínguez es un jugador más táctico y asociativo, mientras que a Benítez le gusta más la individual. En un equipo que no se muestra, Domínguez tiene mayores limitantes. Benítez por su parte puede definir contra una marca férrea. En la salida, Domínguez no es de llegar por fuera, llega haciendo diagonal hacia adentro y haciendo tandem con otro que llegue por fuera (Cornejo podría ser su socio ideal). Benítez es mejor llegando a la línea final. Y en cuanto a centros, Domínguez es más de pase al vacío frontal (ayer le hizo dos pases muy buenos a Milton) y Benítez es de centros cruzados. En marca, Domínguez se lleva a Benítez lejos. Dos jugadores completamente diferentes, cada uno con sus fortalezas y debilidades. El administrador de este blog, prefiere que Domínguez sea el titular, pero la disputa por el puesto hace al equipo más competitivo. (3)

Frangipane: Ido del primer tiempo. No tenía orden, y le quitaban el balón fácil las pocas veces que le llegaba. En el segundo tiempo se ubicó donde era y se hizo un partidazo. Ha mejorado muchísimo en forma física. (4)

Montero: Este muchacho se las trae. Tiene jerarquía, es supremamente vivo en el área, sabe cómo hacer una pausa y se ubica bien en el terreno de juego. Junto a Olave, los únicos que leyeron el partido en la primera etapa. (4)

Cardetti: Maestro de maestros. Lo único que le faltaba era la forma, porque su olfato está intacto. El gol de cabeza es una pintura, es líder también y ordena la ofensiva con un solo toque. Goleador. (5)

... los cambios ...

Viveros: Grande el "Vive", ordenando, teniendo el balón, desesperando al rival. Muy importante en el segundo tiempo. (4)

Milton: Este jugador le calza perfecto al Cali, su potencia en tres cuartos de cancha, su lucha constante y presión acabó con lo poco que quedaba del Millonarios. (4)

Herrera: Entendió perfectamente la orden de Labruna, colaboró en marca y estuvo muy vivo. Se asoció con Frangipane y Palacios. (4)

El tema arbitral dá pena y punto.

La ficha la pueden ver acá cortesía de Deporcali.com

En general, el Cali regala un tiempo y se recompone en el segundo. La forma física de los jugadores del verdiblanco es envidiable y eso también sirvió para superar a un Millonarios que se cansó rapidito de la presión que ejercía. Labruna puede leer bien los partidos pero no queda claro por qué el equipo entra tan dormido. Falta mayor regularidad a lo largo de los 90 minutos.

Temas

1. ¿Qué es humildad y para qué sirve?
2. ¿Por qué el Cali entra dormido en los partidos de visitante?
3. Figura del partido
4. ¿Cuál es la posición de Caicedo?
5. Opiniones sobre el debut de Milton.

Obelisco

Tengo pendiente por contestar un par de mails, este martes festivo me pongo al día.

Imágenes cortesía de FPC y Psicólogo.

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